Éste
paradigma como forma de pensamiento, establece la globalidad de los
conocimientos sin separarlos, más bien relacionarlos tanto el concepto
reduccionista y el holístico, analizando el todo y a su vez la suma de sus
partes por separado. Tanto la realidad como el pensamiento y el conocimiento
son complejos y debido a esto, es preciso usar la complejidad para entender el
mundo. De
lo anterior Morín (2007) menciona sobre la epistemología:
La epistemología tiene necesidad de encontrar un punto de vista
que pueda considerar nuestro propio conocimiento como objeto de conocimiento,
es decir, un metapunto de vista, como en el caso en que un meta-lenguaje se
constituye para considerar al lenguaje devenido objeto. al mismo tiempo, este
meta-punto de vista debe permitir la autoconsideración crítica del
conocimiento, enriqueciendo la reflexividad del sujeto cognoscente. (p.43).
Desde este enfoque, considerar un pensamiento complejo para el
análisis de la práctica docente resulta de cierto modo necesario, debido a que
permitirá un análisis más profundo de los fenómenos que se presentan en el
salón de clases. Así también, es de suma relevancia que el docente comprenda
y pueda explicar su propio entorno o contexto. Morín (2007) afirma lo
siguiente:
a) el punto de vista que, situándonos
en el ecosistema natural, nos incita a examinar los caracteres biológicos
<del conocimiento; esta Biología del conocimiento se ocupa, evidentemente,
de las formas cerebrales a priori constitutivas del conocimiento humano, y
también de sus modos de aprendizaje a través del diálogo con el ambiente; b) el
punto de vista que nos sitúa en nuestro eco-sistema social hic et nunc, el cual
produce los determinantes/condicionamientos ideológicos de nuestro
conocimiento. (p.43).
Lo cual estaría apoyando al docente en su enseñanza, en el hecho
de saber cómo se lleva a cabo el conocimiento en sus estudiantes y cómo poder
apoyarlos en ese camino hacia el proceso de enseñar a construir y reconstruir sus
conocimientos, dicho de otro modo, lograr una metacognición en sus estudiantes.
Ante
la emergencia de hechos u objetos multidimensionales, interactivos y con
componentes aleatorios o azarosos, el sujeto se ve obligado a desarrollar una
estrategia de pensamiento que no sea reductiva ni totalizante, sino reflexiva.
Morín denominó a esta capacidad pensamiento complejo.
En la
actualidad la sociedad necesita ciudadanos pensantes, activos, reflexivos, competitivos,
emprendedores y racionales capaces de implicarse en la formación de la
comunidad. El referirnos a ejercitar pensamientos complejos y no dogmáticos,
capaces de ver más allá de los entornos abiertos a cualquier posibilidad y
arriesgados a tener un pensamiento crítico, creativo y cuidadoso. En palabras
de Morín (2007):
En efecto, ya se puede ver que la
teoría no se rompe en el pasaje de lo físico a lo biológico, de lo biológico a
lo antropológico, sino que establece, en cada uno de esos niveles, un lazo
meta-sistémico, de la entropía a la neguentropía, de la neguentropía a la
Antropología (hipercomplejidad). Llama a una metodología a la vez abierta (que
integra a lo antiguo) y específica (la descripción de unidades complejas).
(p.47)
El docente
que logre integrar el conocimiento complejo en la reflexión de su práctica y
promover el mismo en sus estudiantes, estará dando un gran paso en el
entendimiento de los procesos de la mente, así como creando seres humanos con
grandes capacidades de análisis y reflexión, lo cual permitirá un avance en la
sociedad como se conoce.
Si
bien, el ser humano tiene la difícil tarea del entendimiento, comprensión y
capacidad de razonamiento opacado por los vicios mentales que han ido surgiendo
a través de la tecnología, el pensamiento complejo obliga a despertar esa parte del cerebro mediante
ejercicios mentales que permitan ejercer de nuevo esa capacidad de asombro, de
imaginación, de interés por lo desconocido, de duda y de investigación a través
de la inteligencia.
Profr. Hobrayan Marcelino Zulaica Carpio.
Red de Aprendizaje FIM (Francisco I. Madero)
Red de Aprendizaje FIM (Francisco I. Madero)
Referencias: Morín, E. (2004). Introducción al pensamiento complejo. México, D. F.: Editorial Gedisa
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